jueves, 13 de enero de 2011

Aceptación... Cáp. 13

Había algo pendiente aún. Aunque no era un problema en realidad si era un inconveniente. Cada que Nicholas me llamaba o lo veía me sentía incomoda, insegura. Incluso por momentos lo evitaba, no contestaba sus llamadas y cuando lo veía antes de que él a mi me daba media vuelta y salia por otra parte. Pero sentía que era una necesidad verlo, como si para seguir viviendo o respirando fuera necesaria su presencia, su voz, sus ojos.

Tomé mi celular y las llaves del auto dispuesta a visitar a Lucas. No me molesté en comunicarle a mi hermana que saldría, al fin y al cabo a ella no le importaba lo que sucediera conmigo. Tan pronto como crucé el umbral de la entrada me arrepentí de haberlo hecho. Nicholas estaba en el porche de la casa con unas gafas y un gorro, mirando hacia la calle. Intenté aprovecharme de eso para regresar al interior pero era demasiado tarde, había escuchado la puerta abriéndose.

- Sophia -saludó. Demonios...
Hola Nicholas.
- Nos has contestado mis llamadas así que preferí venir personalmente a cerciorarme de que te encuentras bien -confesó con una sonrisa. Contrólate.
- Lo sé, es sólo que...
- ¿Tan malo fue? -me cortó. Tenía el ceño fruncido y la mirada un tanto curiosa y otro tanto... triste.
- ¿De qué hablas? -cuestioné mientras cerraba la puerta a mis espaldas.
- Me refiero a lo que pasó en la fiesta, ¿acaso fue tan malo? -aquella espresión que lo hacía ver mucho más adorable no había abandonado su rostro. Respiré frustrada, rendida. No podía seguir escapando, debía ser valiente y afrontar mis problemas. Bajé la mirada. Era demasiado vergonzoso quizá lo que diría a continuación.
- Me siento insegura -confesé con un nudo en la garganta- No me siento bien con lo que está pasando -continué- Nicholas, tú y yo somos de mundos muy diferentes. Tú eres una gran estrella, un chico de dinero, acostumbrado a tantas cosas que ni siquiera puedo imaginar. Vas de un lado a otro y el mundo al que perteneses es tan extraño y dificil. Las personas suelen no ser honestas y pues... -ya era demaciado tarde como para detenerme. Las palabras se me atropellaban y hablaba demaciado rápido- Yo tengo miedo, miedo de que todo esto sea tan sólo una fantasia una ilusión o quizá una mentira yo... yo no estoy segura. Entre nosotros no puede haber nada absolutamente. ¿Qué tal si comienzan a haber problemas? No podría con eso, no, yo no podría con eso.
- ¿Así que crees que yo te podría mentir, engañar o hacer daño? -su voz sonaba dura, tensa.
- Ya mentiste una vez y...
- Y ya quedó claro que no quise dañar a nadie -objetó.
- ¿Y si quizá te das cuenta de que no soy lo suficiente para ti?
- Jamás lo repitas. Eres todo lo que necesito Sophia... -tomó mi barbilla y con delicadeza la levantó- Me haces una mejor persona. Amo que seas tan alegre y que sin necesidad de ser una super estrella, como dices tú, tengas un brillo especial. Me encanta la manera en que haces las cosas, la forma en que caminas, cuando hablas o sonríes. Sophia eres perfecta para mí. Tan real, no como las chicas de "mi mundo" -añadió creando comillas con los dedos. A cada una de sus palabras sentía como si me fuera a desvanecer. Algo dentro de mi, en mi pecho, en el corazón, se estremecía cada que a decía algo- No tienes nada que aparentar y eso me encanta, que sea tú y sólo tú sin importar lo que otros piensen. Contigo aprendo cada día algo nuevo... Sí, lo sé, yo no soy "el chico perfección". Sé que aveces puedo ser molesto cuando hablo de mí y de mí una vez más, sé que soy engreido y un poco arrogante pero tengo fe en que contigo puedo cambiar. Sophia eres mi esperanza.

Correcto tampoco soy de las que hace magia, pero el tiene confianza en mí. Tiene fe. Se quedó en silencio, quizá esperando que yo dijera algo. Pero estaba tan confundida, tan trastornada que no podía emitir sonido alguno. Nos quedamos un momento con las miradas suspendidas. Yo sin poder creer lo que estaba pasando y él esperando una respuesta... Una gota salina recorrió mi mejilla y solté una risita mientras la eliminaba.

- Ya te hice llorar... -se excusó riendo ligeramente. Otro silencio.
- Lo siento es sólo que nadie nunca me había hablado así -comenté- Gracias -susurré sin poder evitar sonreir. Nicholas sonrió a sus anchas.
- Gracias a ti.

Mis planes de visitar a Lucas se cancelaron pero disfruté de pasar tiempo con Nicholas. Aproveché para invitarlo a la presentación de baile y él aceptó. La verdad que era que me ponía nerviosa la idea de que Nicholas estuviera allí, entre la multitud. Él me ponía nerviosa. Y el hecho de que fuera una gran estrella no era lo que me preocupaba sino que era él. No me importaba mucho lo que fuera Nicholas para los demás, me importaba lo que él significaba para mí. A decir verdad nunca me sorprendió la idea de que conocía a Nicholas Fletcher el super cantante porque no lo veía como tal, no lo apreciaba con eso, lo veía como un amigo incluso como un muchacho normal, hasta que empezaba a aflorar su lado más egolatra, momentos en los cuales prefería marcharme. Por momentos me sorprendía la manera en la que las cosas habían cambiado con respecto a Nick. Antes de conocerlo en persona o incluso de hablar con él, pensaba que no era más que un niñato engreido, ambisioso, antipático, y mal educado y no soportaba si quiera escucharlo. De alguna manera no me había equivocado mucho en su forma de ser pues a veces se comportaba como todo un famoso. Tenía razón, no era el chico perfección pero tampoco era malo. Así como él creía que yo era todo lo que necesitaba, yo pensaba lo mismo con respecto a él. De alguna manera Nicholas era ahora muy importante para mí. Quizá lo único que necesitaba por el momento.

Ya estaban llamando a los bailarines a la pisata de baile así que apuré a reunirme con mi pareja. Entramos uno por uno, en fila, con movimientos elegantes. Los ojos de los espectadores estaban clavados en nosotros. Habían bailarines de otras escuelas entre el público, esperando el mínimo error en nosotros para luegpo hacer de él un pretexto para molestarnos. Respiré profundamente y eliminé todo síntoma de nerviosismo de mi cuerpo, debía verme segura. La música sonó: tango. Sin pensarlo comenzé a bailar. Todo iba de maravilla hasta que vi a Nicholas. Justo cuando  mi pareja y yo que damos muy cerca, miré hacia él y vi como en su rostro se dibujaba el disgusto. Estaba celoso. Sonreí ante la posibilidad de que estuviera celoso de un baile. Pero no fue la primera vez, otro acercamiento y Nick estaba apunto de intervenir. Para gracias de todos era el fin.

- ¡Felicitaciones! -dijo tan pronto como llegué a su lado- Estuviste genial. Te veías hermosa -concluyó con una sonrisa.
- Gracias -respondí entre risas y medio sonrojada.
- Definitivamente no haz perdido tu toque -no pude evitar girar en dirección de la voz que me sonó tan familiar.
- ¡Lucas! -bramé lanzando en un abrazo- Viniste -continué tan pronto como lo solté. Pude ver como Nicholas se tensaba y mascullaba un par de palabras.
- No me lo perdería por nada del mundo -dijo con ese acento italiano tan peculiar en él- La mia piccola topolina... -agregó obsevandome como si mirara una gran obra de arte. Con esos ojos tan grandes sullos haciendome sonrrojar- Eres tan talentosa -concluyó.
- Basta, Lucas... -rió. Nicholas carraspeó a mis espaldas y mi amigo dirigió su atención hacia él y luego volvió a mirarme con una súplica en la mirada. Presentarlos...
- Oh, si -giré para mirar a Nick y Lucas se paró a mi lado observando en silencio a Nicholas- Nick él es Lucas Bartolini, un muy buen amigo de la infancia. Regresó hace muy poco a Liverpool, estubo viviendo en Italia. Lucas, él es Nicholas Fletcher, un cantante famoso. Pero sobre todo un amigo mio.
- Tanto gusto -saludó mi amigo estendiendole la mano a Nick quien tardó en tomarla.
- Igualmente.
- Cantante famoso ¿dices? -preguntó Lucas.
- Así es.
- Que extraño, no había oido hablar de ti antes...
- ¿Seguro? No haz escuchado del joven cantante que ganó tres Grammy en una noche y que alcanzó el número uno en la lista Billboard durante dos semanas consecutivas -continuó añadiendo con superioridad, logros a su lista mientras Lucas negaba con la cabeza con cierta irritación. No dije nada pero mantuve la mirada firme en él esperando que se diera cuenta que a nadie le importaba en ese momento cuantos logros tenía y que sonaba bastante ególatra.
- ¿Puedo deducir, en ese caso, que fuiste tú quien creo aquel alboroto en la entrada? Muchas chicas y reporteros con carteles y cámaras. Tardé mucho en entrar y el camino era corto -prosiguió Lucas una vez que terminó la lista, ignorando el comentario ególatra que había hecho. Por más que intentó no ser muy obvio sentí el extraño tono y el oscuro camino de las palabras de Lucas.
- Cuando llegamos no había nadie -interrumpí
- Quizá tardaron en correr la voz -respondió Nicholas- Italia. ¿Eres de allí o te mudaste?
- Nací aquí en Liverpool y me mudé a los catorce años -explicó
- Comprendo
- ¿De dónde vienes?
- Miami, Estados Unidos -respondió. Era obvio que Lucas notaria que no era britanico puesto que su acento era distinto.

Ellos siguieron conversando y yo los miraba, analizando cada movimiento. No se simpatizaban  y eso era obvio, a su manera cada uno molestaba al otro o lo desaprobaba. No entendía por qué pero así fue toda la noche. Lucas estaba más que irritado con la actitud de Nicholas y él sólo quería dejar claro que nadie era mejor que él. Por momentos tenía ganas de patearlo y pedirle que se callara.

4 comentarios:

  1. ♪ Celos, Nicholas tiene celos ♫ jeje Amé el capítulo, que lindo lo que le dijo Nicholas a Sophia :') Esperaré con ansias el siguiente (;

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  2. guauu jajaja me encanto el capitulo no te imaginas cuanto primero que divino nicholas lo que le dijo a sophia simplemente hermoso me mori de la risa al verlo tan celoso con luis jajajaja enserio me gusto mucho mucho el capitulo sigue asi de creativa
    cuidate
    paula :D

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  3. morí con el capitulo! Podia sentir la tensión mientras leía! jajajaja continua pronto conti^^

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  4. hello te ovidaste del blog :(

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