sábado, 23 de julio de 2011

Desición...Cap19

Sentía como las cosas poco a poco se nublaban, ya casi no veía nada cuando una lágrima más rodó por mi mejilla dejanome ver claramente otra vez por unos segundos.
Había llorado mi soledad y engaño por un largo rato. Había un vacio en mi, algo hacìa falta ahí dentro.
Estaba sola ahora sí, mi familia estaba lejos, de mi mejor amigo no sabía hace mucho y Vanessa...ella, pues... tenía a Joshua. Quizà habìa vivido asì durante mcuho tiempo pero sólo había caido en la cuenta de que estaba pasando hasta ese momento.
Introduje la mano en mi bolsillo y extraje mi celular para finalmente marcar.
-¿Alo?
-Hola...-susurré tan controlada como pude.
-¿Sophia?
-Se que quizá...no quieres hablar conmigo pero...-tomé aire y continué-te necesito-sollosé.
-¿Qué sucede?
-¿Crees que puedas venir a mi casa?-pregunté tan claro como pude.
-Ah...por supuesto-la pregunta le había tomado con guardia baja.
-Gracias...-


Llamaron a la puerta pero no esperaron a que abriera, Lucas irrumpió en casa total y completamente preocupado.Tardé un segundo en reaccionar. Sin dudarlo dos veces o si quiera pensarlo, salté de mi asiento y corrí hasta él y lo estreché entre mis brazos. Unos leves temblores me atravesaron y me aferré más a él. Lucas acarisió mi cabello y yo estallé en lágrimas otra vez.
-Tranquila, pequeña-susurró-¿Qué pasó?
Respiré un par de veces y le respondí tan claro como pude.
-Se fue-sollosé.
-¿De qué hablas?
Me aparté y un poco, y mirandolo le dije-Se va a ir, me dejará Lucas...él me dejó.
Vi como su rostro se comtraía y sus ojos iban de una lado a otro, lleno de molestia y dolor.
-Ven, sientate. Iré por un poco de agua, relajate-me acompañó hasta el sofá donde había estado en un prinicipio y fue a la cocina.
Inconcientemenete mi vista se fijó en el movil que estaba sobre la mesa de centro. ¿Aún esperaba que me llamase? Así es.
Él no lo haría y yo lo sabía pero...¿cómo hacerle enter eso al corazón?
Lucas no tardó en volver. Me entregó el vaso y se sentó a mi lado, me abrasó y me acunó en sus brazos.
-¿Qué sucedió?
Le conté todo lo que había pasado aquella tarde. Sentí cómo cada una de mis palabras le dañaban y enfurecían. Sabía que en lo único que pensaba Lucas era en odio que sentía por Nicholas, en cuanto quería arrancarle la cabeza por haberme dañado de aquella manera.
-Siento que hubo algo que hice mal...
-Espera, ¿insinuas que tienes la culpa?-me miró sorprendido.
-No lo se, quiza...
-No-me cortó-Jamás, pienses eso. Tú no tiene la culpa de nada en este asunto. No tienes la culpa de que esa estúpida sabandija no sepa valorarte ¿correcto?-tan sólo asentí-Mírame-tomó mi rostro entre sus manos- Si no te quiere a su lado, eso es problema suyo ¿si? Tú...eres demaciado para él, olvidalo. Vamos a Italia, regresa con tu familia e incia una nueva vida. Deja a Nicholas atrás...
Aparté la vista y cambié de tema.
-Te vi en el concurso la vez pasada...-asintió-Gracias-le dije buscando su mirada- Fue...maravilloso de tu parte ir a verme, ya sabes...luego de lo ocurrido.
-Debo decir que lo siento-declaró- Debí haberte abierto la puerta, no estuvo bien.
-Te entiendo. No debe ser fácil para tí y, en todo caso, también lo siento.
-¿Por qué?
-Si lo hubiese sabido, lo huebiera pensado mejor.
-Exacto, "si lo hubieses sabido". Pero no fue así...deja ya de torturarte. Ahora descansa.
No estaba muy de acuerdo con él pero tenía claro que no tenía fuerzas para dicutir y que dormir sería lo mejor.
Lucas se comodó un poco y me acunó en sus brazos acariciando mi cabeza y susurrando.
-Descansa ratoncita, verás que cuando despiertes las cosas serán mejor.
Cerré los ojos y dejé caer la última lágrima para lego dejarme llevar por el agovio. Senti su respiraciòn, sus latidos bajo mi oido hasta que porfin todo perdió importancia. Desee poder dormir por siempre, vivir en mis sueños, donde el dolor no existía, allí donde todo lo podías cambiar y nada era imposible...
Cuando desperté ya habia amanecido y yo seguía en el sofá, a mi lado permanecia Lucas, que aparentemente no se habia movido durante toda la noche. Intenté safarme de su brazo, que me sostenia junto a él evitando que callera al piso, pero me moví mucho y lo desperté.
-Valla, te despertaste-dijo. Me limité a sonreir.
Ambos nos incorporamos en el asiento. Mi amigo hechó un vistaso a su reloj y los ojos se le abrieron como platos.
-Mira que hora es, casi las 2. Me sorprende que Vanessa no nos halla despertado.
-Pensaba invitarte a desayunar pero...-reimos- Entonces, ¿almorzamos juntos?
-Me encantaría pero no puedo. Hay algunos asuntos que debo atender-el sentimiento de vacío volvió.
-Claro, de todos modos gracias.
Me abrazó con todas sus fuezas.- Te quiero mucho, ratoncita-besó mi mejilla.
-Yo también.


Lucas´s PVO:

Ella se sentí culpable por algo que nisiquiera había hecho pero su amor no la dejaba ver más allá de la realidad. Era él el que había causado todo aquello pero Sophia lo veía como un santo, en su mente ardía el dolor y en su corazón la soledad y la culpabilidad. Por mi parte me sentía un poco culpable por no haberla protejido mejor, es decir, no debía haber sido tan infantil y debía haber estado allí para advertir el peligro. En fin,el daño estaba hecho y no queda vas que aclarar un par de cosas.
-Sí, ¿en qué lo puedo ayudar?-preguntó el hombre de la puerta.
-Quisiera ver a...Nicholas
-Un momento por favor
Decir su nombre sin querer golpear a alguien me era casi imposible.
El hombre de negro dijo un par de palabras por teléfono y después me dejó pasar.
Caminé un largo tramo hasta la puerte de la gran casa en la cual me recibió un amable señorita que me dijo que " El joven. Sabndija Fletcher" bajaría en un momento.
Esperé en la sala hasta que finalmente se dignó a aparecer.
-Lo siento si te hice esperar mucho, estaba terminando de cambiarme, iré a ver a Sophia-lo dijo tan desacradamente que si no contraba mis impulsos le hubiera roto la cara.
-Ya lo se todo-advertí amargamente.
-No entiendo
-Te lo advertí sabandija, te dejé en claro que si te atrevías a dañar a Sophia habrían consecuencias.
-Así que estás aquí para cobrartelas sin siquiera darme chanse de explicarme.
-¿Qué vas a decirme? ¿¡Qué no es como ella cree!? ¿¡Que lloró toda la noche por tí pero que no tienes la culpa!? ¡No seas iluso Nicholas! ¡Entre gitanos no vamos a leernos las manos! ¡Tú jugaste con ella porque pensaste que no tendría manera de defendrse pero, te equivocaste sabandija, si es necesario iré hasta las últimas consecuencias para cobrar el dolor que le haces sentir. ¿Por qué ella? ¡Dímelo!
-Porque yo la amaba
-¡Por Dios! ¿Que la amabas? ¿Me crees idiota? La amabas y por eso ahora la dejas sin siquiera pelear por ella, como si fuera un juguete viejo.
-Es mejor que te vallas
-Te juro que lo mejor ahora es golpearte.-la sangre me hervía-Ella te quería, no, ella te ama y tú sólo la tomas como un juguete. Ella llora por tí y claro ¿quien es el estúpido que la escucha? yo, maldición.
-Tú sólo te ofreces. Dejala que llore sola, es la mejor terapia...
Correcto, eso había sido lo último.
Su cuerpo se estrelló contra el piso causando un estruendoso sonido. Se puso de pie de inmediato mientras la sangre corría por su labio inferior. Estampó su puño contra mi pomulo y yo golpee su estómago. Empezamos a daros de golpes y a maldecirnos los unos a los otros hasta que una mujer nos detuvo.
-¿Qué significa esto? ¡Nicholas!
Un hombre nos aparató.
-¡Basta esta no es la mejor manera!
-¿Quién es usted y por qué golpea así a mi hijo?-intervino la señora.
-Tranquila señora, sus heridas sanarán pero las de Sophia no.
-¿De qué habla este joven? ¿Nicholas, qué le haz hecho a esa joven?
La sabandija miró al piso sin decir nada.
-Anda, explicale por qué lo hiciste quizá ella te entienda.
-Callate
-No pienso callarme. Le hiciste daño ahora da explicaciones.
-¡Que te calles!-se me avalansó encima otra vez.
El gran hombre nos separó otra vez.
-¡Es suficiente! Nicholas ve a tu dormitorio, tenemos mucho de qué hablar. Y ustede joven es mejor que valla a su casa-dijo el señor.
Miré con odio a Nicholas e intenté recordar su golpeada cara por última vez. Asentía y luego me marché.
No había conseguido mucho, pero al menos lo había golpeado.


Sophia´s POV:

Luego de la conversación con Lucas, de lo que había hablado con Vanessa y de la emotiva llamada de mi madre, había tomado una desición. Me reuniría con mi familia en Italia y no volvería a Liverpool nunca más. Ya no me quedaba más nada en Inglaterra. No me entristecía alejarme de Vanessa, después de todo ella podía ir a verme cuantas veces quisiera y bueno, el apoyo de Joshua la ayudaría a superarlo. Por ahora sólo quería alejarme de todo aquello que me pudiera recordar a Nicholas, reencontrarme con mi familia y permanecer junto a Lucas y su protección.
Es cierto, suena un poco convenido pero, ahora que me daba cuenta de las cosas, sabía que era en él en quien podría contar por siempre.

-He tomado una decisión
-¿Cuál es?-preguntó dejando su taza en la mesa.
-Iré a Italia
-Para...
-Sí,así es. Iré a Italia para quedarme. Ya no quiero estar aquí más ¿sabes? Todo esto...estas calles, la casa...todo, me recuerda a él. Me iré y comenzaré otra vez.
Lucas tomó aire y levantó las cejas impresionado.
-Me alegra, me alegra mucho que hayas tomado hayas tomado esta decisión y te apoyo pero...
Se frotó la barbilla, miró a otro lado y luego volvió a mirarme.
-¿No crees que es un poco cobarde?
Normalmente la sinceridad de Lucas me gustaba pero en aquella situación me parecía de lo más insultante.
-¿A qué te refieres?
-A ésto. A tu plan. Sophia, no podrás huir siempre. No está bien que pretendas que yéndote las cosas se irán. Es cierto que este lugar te hace recordarlo pero está en tu mente y en tu corazón y no importa cuan lejos bayas no puedes arrancarte el corazón.
Me mordí el labio e hice una mueca. Aparté la vista y me sequé las lágrimas.
-¿Me harías un favor?
-El que quieras
-Nunca me dejes....¿si?
-Oh, Sophy, Sophy...no seas tontita-respondió secando mis lágrimas con su pulgar- Yo siempre voy a estar ahí, siempre. ¿Entiendes? SIEMPRE.
Recorté mi cabeza contra la palma de su mano.
-Gracias....-susurré


-Sí,sí lo se es un poco repentino pero, prefiero explicartelo cuando llegue.
-Claro. Avisame si algo pasa ¿ok?-respondió-Ay, estoy tan feliz de que vengas...te extraño mucho.
-Sí, yo igual mamá. Pero, ya nos vemos ¿si?
-Bueno, adios. Te quiero.
-Yo también, adios-colgué.
Exhalé el poco aire que me quedaba y observé la maleta sobre la cama, aún incompleta pero ya casi llena.
-¿Puedo pasar?-preguntó Vanessa desde la puerta.
-Adelante
-¿Segura de lo que vas a hacer Sophia?
-Sí, más que segura-.respondí decidida.
Vanessa suspiró.
-Bueno,entonces...¿no hay nada que pueda hacer?
-¿Para que me quede? No. Tomé mi decisión y no lo voy a pensar más.
-Claro.
Alguien llamó a la puerta principal.
-Yo voy-le dije

-Joshua-dije cuando lo vi.
-Mm...si quieres vuelvo luego.
-No,no,no-me apresuré a decirle.-Vienes a ver a Vanessa.Pasa.
Desde lo que había pasado con Nicholas, Joshua prefería no acercarseme. Temía que yo sintiera alguna clase de resentimiento contra él pero, se equivocaba.El problema era con su amigo no con él.
-¿Vanessa?-preguntó
-Arriba. ¿Quieres que la valla a buscar?
-Sí,por favor.
Me di vuelta para subir a llamarla cuando recordé que quería pedirle algo.
-Joshua...
-¿si?-levantó la mirada
-Cuídala ¿si? no le hagas daño. Ella te quiere. Prométeme que no la dañarás.
-Te lo prometo-respondió con una media sonrisa.
Caminé hasta él y lo abrasé entre lágrimas.
-Yo no le haría lo que él a tí, lo juro
-Gracias-respondí apartándome con una sonrisa en el rostro.
Sequé mis lágrimas y fui a buscar a mi amiga.

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