miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cap 24 (2da parte)

-¿Y ahora qué piensas hacer?-inquirió Marshall, mientra me observaba caminar por toda la habitación, llena de desesperación.
Lo cierto era que no sabía como decirle a Lucas lo que había hecho.
-No lo sé, supongo que ya no importa, a estas alturas ya lo debe haber oído.
-¿Y piensas que va a adivinar lo que se supone que sigue? Ni tú sabes qué sigue.
El teléfono sobre la mesa anunció una nueva llamada e inmediatamente los nervios se me pusieron de punta.
-Me llegó la hora-murmuré
-Iré a...-Marshall comenzó a buscar una escusa para abandonar la habitación-Dejaré que hables a solas.
Dio media vuelta y salió del lugar.
-Genial-bufé.-Diga.
-Explícame qué sucedió en la entrevista. ¿Qué diablos tengo ver yo?-exigió Lucas del otro lado de la línea.
-Bueno yo...pensé que...debía darte una oportunidad.
-¿Una oportunidad? ¿Qué es eso un milagro de Navidad?-se burló-Y si fuera así ¿A qué se debe que luego de tanto tiempo lo hallas decidido?
Era cierto. Lucas tenía más de cuatro años intentando que "le diera la oportunidad" y era un poco repentino que sucediera en ese momento.
-No lo sé, después de todo este tiempo quizá sea momento de que suceda. ¿No estás feliz?¿Por qué no estás feliz?
-No acabo de creerlo
-Vamos a cenar, yo invito.
-Paso por ti en la noche.
-Bien. Adios.

Llamaron a la puerta. Corrí a atender mientras me ponía el último arete.
-Buenas noches, Lucas.
-Buenas noches.-respondió con una sonrisa de oreja a oreja-Me tomé el atrevimiento de traerle un ramo de rosas a la hermosa señorita.-anunció mientras ingresaba detrás mio.
Me di vuelta para verlo, él mostró las flores, hermosas.
-Quisiera decirte que te ves más hermosa que nunca pero...es que siempre te ves preciosa.
Sentí como el rubor subía por mis mejillas a una velocidad impresionante.
Caminé hasta él para tomar las rosas.
-Gracias-le di un beso en la mejilla.Tomé las rosas y fui a la cocina para ponerlas en agua.

-¿Mesa para dos? Por aquí por favor.
Caminamos detrás del mozo y antes de que pudiera dar muchos pasos lejos de él, Lucas me tomó de la mano y me puso cerca suyo.
-Y...¿vas a explicarme finalmente a qué se debe esto de la "oportunidad"?-me preguntó una vez que el  camarero nos dejó a solas.-¿Es que finalmente decidiste era tiempo de un nosotros o no supiste qué hacer para salir del callejón en el que te puso esa reportera?
Sentí cómo el corazón se me disparó,¿cómo mentirle a la cara?
-Bueno, la verdad es que...no supe qué decir y pensé en ti. Decidí que quizá era momento de un "nosotros".Sé que es terrible lo que te estoy haciendo pero, quién sabe, quizá al tomar este compromiso las cosas sean más fáciles y, con lo dulce que eres, termine por enamorarme de verdad.
-En otras palabras, jugarás al conejillo de indias conmigo.
-No-respondí con rapidez.
-¿Ah no? ¿Entonces qué....solamente "probarás" lo que ser mi enamorada se siente? Lo siento Sophia, no pienso prestarme para tu jueguito.-dijo con seriedad.
-Esto es lo que siempre has querido ¿no es así?
-No, lo que siempre quise es que me amaras de verdad no jugar a tomarnos de las manos a ver qué sucede y en cuantas portadas saldrás.-se recostó sobre la mesa, acercándose para que no nos escucharan y en susurro dijo-Una vez más piensas que soy un títere. El hecho de que esté enamorado de ti y que te halla prometido que nunca me iría no quiere decir que puedes usarme a tu antojo.
Sentí un pequeño escalofrío que me recorrió el cuerpo. Lucas tenía razón, era egoísta y estúpida.
-Lo siento-tomé su mano-¿por qué no fingimos que nunca pasó esto?
-No lo toleraré una sola vez más.-advirtió.
Sólo pude asentir.


-No, no quiero Muselina, quiero Seda. Y confirma mi asistencia a la fiesta de Valentino.-colgué el telefono y volví a recostarme en la cama.
-¿Piensas quedarte ahí para siempre? Es más de medio día, Sophia, arriba-exigió Lucas abriendo las cortinas de la habitación.
-No quiero. No me siento bien-protesté.
-¿Estás enferma? En ese caso llamemos a un médico.-se sentó a los pies de la cama.
-No,no es eso. No estoy enferma.
Lucas hizo silencio y cayó en cuenta de lo que estaba pasando.
-Es un día malo ¿eh? Como aquel de hace 2 meses. Lo recordaste. La última vez el doctor dijo que si volvías a caer en depresión tendíamos que internarte.
Era cierto, hacía dos meses había caído en una fuerte depresión. ¿la causa? Nicholas Fletcher.
-Es que...
-Es que nada Sophia. Ya ha pasado mucho tiempo, él y Stephanie son felices. Es tiempo de que te olvides de él de una buena vez.
Una lágrima rodó por mi mejilla. Él era feliz.
-Te propuse que fuésemos pareja y te opusiste-le recordé.
-No se trata de que acepte o no, Sophia. No puedo prestarme para un juego como ese. Si quieres que seamos pareja primero debes olvidar a la sabandija.
-¡No hables así de él!-le reclamé a todo pulmón.
Lucas me miró espantado.
-Sophia, por favor-instó-Olvídalo, él ya te olvidó. Comenzó otra vez. No quiero ser tan duro contigo pero es necesario. Sophia, él no te ama. Es sólo un fantasma de tu pasado que debes dejar ir.-secó mis lágrimas con su pulgar, tomó mi mano y la puso sobre su rostro.-Sophy, cariño. Reacciona. Nicholas, no va a volver. En cambio, aquí estoy yo. Te prometí que no me iría. Y tengo previsto amarte el resto de mi existencia. Deja a Nicholas ir. Te lo pido....no,no, te lo ruego. Quédate conmigo.
Por un momento pensé que me iba a secar de tanto llorar.
-Te amo Sophia. Te amo como nunca pensé amar a nadie pero, necesito que olvides a Nicholas. Esto acabará matándote.
-Eso ya no importa. Si tengo que morir de angustia lo haré.
-¡No seas tonta! ¡No repitas eso jamás!
-¿¡Es que no lo entiendes Lucas!? ¡No importa cuanto tiempo pase, no importa cuanto hagas o intentes para que lo olvide, nunca lo haré!¡Porque a quien amo es a él!
Mi, hasta aquel momento, amigo, me observó con el dolor dibujado en el rostro. Sin poder al menos creerlo lo que acaba de decirle. Se secó las lágrimas, dio media vuelta y salió azotando la puerta.
Luego de eso no lo volví a ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario