lunes, 13 de diciembre de 2010

El reencuentro… Cáp. 3

Cuando desperté estaba en lo que parecía ser un cuarto de hospital, cosa que comprobé cuando vi una gran aguja en mi muñeca izquierda. Mi madre estaba sentada en unos de los sillones que había en el lugar y mi padrastro en otro. Todo esto me pareció muy extraño, así que intenté recordar lo sucedido, pero solo logre que me diera un fuerte dolor de cabeza.

-¿Cómo te sientes?- preguntó el médico mientras entraba en la habitación
-Mejor, gracias. ¿Qué sucedió?
-Te perdiste en el bosque y una araña te picó. Te dio fiebre y demoraron en traerte porque los paramédicos no los hallaban- informó
-Correcto y... ¿cuando me podré ir?
-Pues en lo que tarden los papeles para darte de alta
-Bien-dije con apenas un hilo de voz
-Por ahora descansa, cuando todo esté listo les avisaré
-Iré a la cafetería. Lucy, ¿quieres algo?- ofreció Andrew, mi padrastro, dirigiéndose a mi madre
-No, gracias
-¿Y tu Sophia?
-Tampoco
-Muy bien, entonces... ya vengo, no demoraré- salió

Los minutos pasaron y mamá no paraba de preguntarme sobre el muchacho del bosque.

-Muy bien, señorita Anderson, todo está listo, ya puede irse- interrumpió el doctor
-Al fin- dije con emoción- Gracias.
-De nada. Pero a la próxima evite adentrarse mucho en los bosques-
-Claro que sí-
-¿Alguna recomendación?- preguntó mi mamá
-Debe guardar reposo durante dos días, aun está débil
-Correcto
-Bueno, hasta la próxima
-Gracias, hasta luego
-Oh, por cierto-dijo el médico volviéndose antes de salir por la puerta-El joven que la trajo le manda saludos y espera que se componga rápido
-Gracias-respondí

Recogí mis cosas y regresamos a casa. Cuando llegamos, mi odiosa hermana estaba sentada en el sofá de la sala; y como si me evitara, apenas vio que atravesé la puerta de la entrada, se levantó y se dirigió a su cuarto.

-Tanto escándalo por ella, por favor- farfulló

Al día siguiente vino Vanessa a visitarme, y obviamente le conté todo. Ella se mostró muy animada y manifestó que le encantaría conocer al misterioso muchacho. Pasados los dos días que el medico indicó, logre salir. Me dirigí a la playa, con la esperanza de encontrar a Claudio, tan solo para agradecerle lo que hizo por mí, pero no lo encontré. Más tarde, salí de compras con Vanessa. Estaba debatiendo conmigo misma cual chaqueta comprar cuando alguien decidió por mí.

-Definitivamente la roja
-¿En serio?
-Sí, contrasta muy bien con tu tono de piel
-Creo que tienes razón. Me la llevo-colgué la otra- Hola Claudio, solo quería agradecerte por haberme llevado al hospital
-No fue nada. Después de todo, fue por mi que acabaste en ese bosque
-Lo se, pero igual gracias
-De nada... ¿el doctor te dio mi recado?
-Sí, gracias…
-Sophia mira ¿Te gusta?- interrumpió Nessa, que salió de Dios sabe donde. De repente, notó que Claudio estaba allí y me miró como diciéndome: ¿Quién es?
-Ah, sí... Vanessa, él es Claudio, el chico me salvó en el bosque. Claudio, ella es Vanessa, mi mejor amiga.
-Hola- se saludaron los dos al unísono
-Sophia, fue un gusto volverte a ver e intervenir en tus guardarropas- reí- pero me debo ir. Adiós chicas.
-Chau- respondimos al unísono
-Wow, ¿él es?- preguntó mi amiga apenas se alejó
-Sí-respondí asintiendo con la cabeza
-Es lindo-dijo con emoción- Bueno, ya vuelvo
-Ok

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