martes, 28 de diciembre de 2010

Hermosa... Cáp. 10

Aquella noche Vanessa se quedó a dormir, su mamá había aceptado de inmediato ya que nos conocíamos desde que usábamos pañales, y eso era lo que más me dolía, luego de tanto tiempo, ella y yo nos separaríamos… Aunque muy en el fondo sentía que existía una razón más por la que me dolía la idea de tener que irme. El despertador chillando en nuestros tímpanos provocó que nos levantáramos de un brinco. Cuando llegamos a la cocina estábamos aún semidormidas así que no nos fijamos de que Leha estaba haciendo “yoga” muy cerca a la puerta, y por consiguiente tropezamos sobre ella.

-¿Son ciegas o qué? -renegó
-¿Y tú eres tonta o qué? ¿Cómo se te ocurre hacer sabe Dios qué en la puerta de la cocina? -respondí yo.

Sin decir nada, se dio vuelta y salió de allí con su tapete en la mano. Vanessa empezó a reír y se calló tan pronto como mi hermana volvió y le preguntó de qué se reía. A veces no la soportaba en absoluto, en realidad jamás lo hacía.

Cuando la clase de danza terminó, Vanessa y yo nos quedamos a practicar un momento más. Bailamos casi media hora más y no paramos por cansancio si no porque Nessa insistió en querer decirme algo. Me confesó lo que había pasado en el centro comercial, me lo explicó y fue perdonada, lo había hecho para protegerme.

-¿Diga?
-Hola Sophia, ¿qué tal?
-Muy bien, gracias, ¿a qué debo el honor de su llamada, señor Fletcher? -pregunté divertida.

Vanessa llegó a mi lado y pidió que lo pusiera en altoparlante, susurrando claro.

-Pues… quería saber si querías... tener una cita con nosotros...
-¿Nosotros?
-Si, Joshua y yo.
-¿Los tres? -me estaba confundiendo de verdad
-No, los cuatro. Vanessa, Joshua, tú y yo -aclaró
-Oh, ahora comprendo -dije riendo- Sí, claro por mi no hay problema, pero no sé si ella quiera -continué dándole un golpecito a Vanessa
-Claro que quiero -respondió
-Bueno, entonces…
-¿Cuál es el plan? -concluyó él.
-Hoy hay una fiesta en la playa -anunció Joshua
-Genial -respondí
-Es algo muy sport -dijo Nicholas
-Exacto -convino su amigo
-Pasamos por ustedes en dos horas ¿les parece?
-Sí, claro
-Nos vemos -colgaron

Vanessa había ido a su casa a cambiarse y yo ya casi estaba por terminar. Necesitaba un broche para el cabello que combinara con mi vestido y recordé que mi mamá tenía uno que iba a la perfección. Fui a su dormitorio a pedirlo prestado y de paso a pedir permiso. No me lo dio como quien dice rápido pero lo hizo. Ella y yo ya habíamos tenido la tormentosa pero necesaria conversación sobre que Nicholas era una persona famosa y que en su mundo la gente solía hacer daño, que anduviera con cuidado porque si no lo hacía las cosas podían terminar mal, también dijo que personas como él solían no tener escrúpulos. Tan sólo esperaba que mi madre no tuviera razón…

Nicholas PVO's:

Llegamos a la casa de Sophia un par de minutos antes. Su madre nos abrió la puerta y nos invitó a pasar. Esperamos en la sala y las chicas bajaron luego de un rato. Las recibimos al pie de las escaleras.

-Wow -susurré cuando la vi
-Wow -Joshua me imitó

Se veían bellísimas pero, en especial Sophia llamó mi atención. Traía un vestido color blanco estampado con flores en un color naranja pastel, el cabello suelto adornado con un broche muy lindo. Pero por encima de todo sencilla. Joshua dijo algo pero no lo entendí estaba demasiado ocupado viéndola. Me sonrió y le correspondí. De pronto mi amigo me sacó de mi mundo.

-Oye…
-Ah?, sí, sí -solía hacer eso en situaciones como esa- Buenas noches Vanessa, buenas noches Sophia –dije sonriente.
-Bueno, ¿nos vamos? -dijo su amiga
-Sí, voy por mi bolso - respondió Sophy

La casa de mi amigo estaba frente al mar, la vista era maravillosa y lo mejor era que me encontraría otra vez con mis verdaderos amigos.

-¡Hey Nick!
-Terry, ¿qué tal amigo? -saludé con entusiasmo
-Nada nuevo -me abrazó y golpeó mi espalda “como en los viejos tiempo”- Joshua, ¿qué tal, hermano? -dijo mi amigo abrazándolo y golpeando su espalda también- ¿Y estas lindas jovencitas son…?

Terry no había cambiado, siempre intentando buscar planes con chicas nuevas. Cuando Terry alagó a Sophia, por más sutil que hubiese sido su elogio, sentí celos de que la llamara así, amargura.

-Ellas son Vanessa -la señalé- Y ella es Sophia -la presenté pero mantuve proximidad a ella impidiendo que Terry se le acercara mucho.
-Un gusto damiselas -saludó besando sus manos. Definitivamente seguía siendo él. Otra vez esa amargura vino a mí.- Vamos -nos invitó
-Adelántense, yo los alcanzo luego -respondí y se fueron hacía la pista de baile. Sophy fue con ellos pero se retrasó a propósito y llegó a mi lado. No notaron su ausencia.
-No hace falta que te quedes, en serio, ve con ellos si quieres
-No, está bien -respondió acomodando un mechón de su cabellos tras su oreja dejando más al descubierto su lozano rostro- Es una fiestas de tus antiguos amigo ¿cierto? -cuestionó luego de unos segundos mirándome a los ojos.

Quizá ella no era consiente pero cada que lo hacía me costaba más responderle porque me perdía de cierta manera. Cada momento que pasaba a su lado me convencía más de que sentía algo por ella.

-Sí. ¿Cómo lo sabes?
-De no ser así, vería muchos rostros conocidos -astuta. Asentí

La fiesta transcurrió entre bailes y pláticas. De un momento a otros Sophia desapareció del alcance de mi vista. Tuve que decirles a unos amigos que volvería pronto y me dispuse a buscarla. Me sentía como un acosador que no podía estar lejos de su víctima.

-Sophia, ¿sucede algo? -inquirí cuando la encontré en la playa
-No, solo salí a tomar aire un rato. Perdóname si te asusté.
-No, no para nada -disimulé- Es solo que quise saber donde estabas. -eso no había sonado muy bien.

Giró la cabeza para mirarme y alzó una ceja. Me quedé en silencio, no supe que decir. ¿Por qué me sentía repentinamente tan nervioso?...

-¿Sabes? Desde hace un tiempo no dejo de pensar en la mudanza, todo esto me tiene muy… triste, la verdad -admitió fijando la mirada en el fondo del mar.
-Lo sé, es algo normal. Pero tranquila Sophy, no te preocupes por nada. Vanessa y yo lo solucionaremos y pues… todo estará bien -respondí mirándola sin que ella lo hiciera.
-Gracias- giró a verme repentinamente, como si le hiciera falta mirarme para seguí viviendo. Sonreí ante la perspectiva de eso.
-No hay de qué -ella volvío la mirada hacia el mar una vez más y se quedó en silencio, levantando la mirada para ver las estrellas por ratos. De vez en cuando no podía evitar mirarla y me veía obligado a dejar de hacerlo cuando ella me atrapaba haciendo y sus mejillas se llenaban de sangre, creando un perfecto color rosa en cada una de sus mejillas.

1 comentario:

  1. Buenisisissisisimo el capii !!!
    Y la nove !!! <3
    No puedo creer q Sophia c tnga q ir D:
    Q tiernoooo Niiiick :3
    Uuuu Joshua y Vanessa ^^ jajaja
    Sigue escribiendo asii de super :)
    y Publik Pronto
    KiSsEs DaNy

    ResponderEliminar