miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Perdóname!... Cáp. 7

-¿Y cómo conoces este lugar?- preguntó Claudio
-Bueno, cuando era niña, mi abuelo me traía aquí a ver las estrellas, jugar o solo conversar. Aquí pasaron los momentos más felices de mi vida- sentí una ola de melancolía invadiendo mi fuero interno
-¿Por qué hablas así?
-¿Así cómo?-fruncí el seño
-Pues, con tono... melancólico
-Este lugar me trae muchos recuerdos
-¿Tu abuelo está vivo?- mencionó dubitativo intentado no hacerme daño o entrar mucho en mi dolor
-Pues... no, murió hace unos años ya
-Oh, lo siento- se apenó
-No hay problema- sabía que mentía, pero aún no lo conocía lo suficiente como para liberar mi sentimientos hacia él- Bueno, pero ya no hablemos más de mi. Cuéntame algo sobre ti
-¿Qué quieres saber?
-Pues, dime de dónde eres, cuantos años tienes, etc... ese tipo de cosas
-Soy de Estados Unidos, tengo 17 años, me gusta cantar...
-¿Te gusta cantar?- le interrumpí
-Sí
-Canta algo- ofrecí
-Bueno, está bien-no lo dudó mucho

Cuando inició a cantar sentí que ya había escuchado esa voz antes; además algo me decía que no solo la había oído sino que también renegué de esa melodía.

-Wow, me gustó mucho
-Gracias

Nicholas POV's:

-¿Alguna vez haz cantado en la televisión o en la radio?- inquirió Sophia, como si intentara resolver una gran duda que se le enmarañaba en la cabeza

No podía ser, que tonto había sido. Cantar... que estúpido. ¿Me habrá descubierto?

-¡Hey!- me sacó de mis pensamientos, pasando su mano frente a mis ojos
-Perdón. ¿Qué dijiste?
-Que si habías cantado en radio o televisión
-¿Yo? Claro que no. ¿Por qué?-respondí rápidamente con mi típico tono de: no, claro que no; cómo crees. Cuando era más obvió que sí.
-Que raro, tu voz me parece conocida
-¿A si? Que extraño-desvié la mirada
-Sí
-¿Por qué estás aquí?-continuó
-Pues... estoy de vacaciones- era cierto, después de tantas mentiras…
-¿Y cuanto tiempo te quedarás?- sentí el pesar en sus palabras
-No lo sé- esa tampoco era una mentira
-Bueno...

Por Dios, necesito decírselo...pero, ¿y si las cosas salen mal?

-Oye...
-¿Sí?
-¿Qué harías si conocieras a un muchacho y él te dijera que se llama... Jhon, pero en verdad es un cantante famoso?- me atreví a aventurar- Hipotéticamente hablando- aclaré y ella rió
-Pues, primero le pediría explicaciones ¿Por qué lo hizo? y cosas por el estilo... y si sus argumentos son buenos, lo perdonaría, de lo contrario...
-¿Qué consideras un buen argumento?-le corté,las ansias me mataban
-No lo sé. Tal vez que era necesario, porque sino nunca le hubiese hablado...
-Entonces... ¿No le sacarías los ojos?
-No- pegó un respingó
-Está bien
-¿Por qué la pregunta?
-Porque...- me armé de valor y me saqué la bufanda al cabo de un minuto, cuando vi que su rostro empezaba a mostrar estrés- Soy Nicholas Fletcher.

Me miró con ojos enormes, como platos a causa de la impresión.

-¿¡Qué!?
-Sí, no soy Claudio
-Pero... ¿Por qué?
-Porque si te lo decía gritarías y te volverías loca, y nunca me hubieras hecho caso... lo siento
-Me mentiste- acusó con derecho
-No del todo
-Me dijiste que te llamabas Claudio- insistió unas octavas más alto
-Lo sé...- no encontraba palabras para explicarle ni para justificarme- Pero Sophia...
-Sophia nada, Nicholas me mentiste...
-Perdón
-No-negó con la cabeza
-Sophia, escúchame... si te hubiese dicho que era Nicholas Fletcher... hubieras gritado y no me hubieses escuchado... Mira, sé que hice mal, pero yo quería hablar contigo, ser tu amigo
-Ahora entiendo porque tanto misterio, con la bufanda y eso de no mostrar la cara completa nunca...
-Lo siento- repetí sin saber que más decir
Sophia se levantó y se sentó en la otra banca.
-Tu me dijiste que me perdonarías...- le recordé
-Lo sé... no lo pensé bien- vaciló
-Pero...- la miré fijamente y ella se puso de pie. No la dejé ir. La rodeé con mis brazos sin darle oportunidad de escapar.
-Lo siento, pero lo hice para poder hablarte, realmente deseaba hacerlo- susurré cerca de su oído y la sentí extremarse.
-Pues yo ya no quiero oírte- se alejó, dejándome solo y con las palabras en la boca.
Llamé a David para que nos llevara a casa. Al llegar a la suya, bajó sin responder a mi adiós.

Una vez en mi habitación, me recosté en la cama e intenté pensar cuan idiota había sido. Sentí mi celular vibrar y contesté con la esperanza de que fuese ella, sólo era Tedy.

1 comentario:

  1. me encannta tu blog, todos los capitulos son muy buenos comentaria todos pero me da como pereza jaja sigue

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